La cala de Las Mulas se encuentra dentro del Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila; razón por la cual se conserva en estado salvaje. Y por ser de difícil acceso. Sólo un par de kilómetros de monte áspero y seco para llegar a unas aguas cristalinas. El trayecto de montaña que llega hasta la playa dificulta llevar a cuestas las comodidades necesarias para pasar un día de playa. Llevar agua y sombrero es más que suficiente. Ni siquiera el bañador será necesario.
Cuando aprieta el calor el baño es la mejor de las recompensas. Las Mulas es un recodo precioso de la costa mediterránea de Cartagena con arena fina y aguas cristalinas. Llegar en barco es el summum. Un baño solitario casi siempre, incluso en época estival.
Yo hice el trayecto caminando desde la fuente de Los Belones. (Hay quien deja el coche pasada la fuente pero no lo recomiendo). Ahí comienza la ruta que está indicada como sendero GR 92 con pintura blanca y amarilla, es bien fácil. Una caminata de unos dos kilómetros y pico (más la vuelta); con calzado adecuado. Nada de llevar chanclas.
Cala de Las Mulas, ¿cuál es el origen de este nombre? He indagado en fuentes bien ilustradas y me cuentan que puede ser debido a un naufragio. Parece que al embarrancar, una parte de la carga del barco formada por mulas pereció en el accidente. Los restos fueron arrojados por la corriente hacia la orilla. Otras salieron con vida, dicen, y pudieron hacer el camino hacia el pueblo por donde ahora bajamos nosotros a la cala. Esta leyenda de las mulas ha ido pasando de generación en generación. Así ha quedado el nombre para siempre. La única documentación que he encontrado se refiere a la llamada guerra de África iniciada en 1859. El ejército partió desde Algeciras hacia el sultanato de Marruecos con una carga de 45000 hombres y 3000 mulos y caballos. Sería posible entonces que alguno de esos barcos del ejército saliera desde esta zona hacia la costa africana. Pudiera ser.
A mitad del trayecto verás a la izquierda lo que fue el cuartel del cuerpo de carabineros de Huncos que vigilaban los movimientos de los contrabandistas en el siglo XIX. Hoy es una casa pintada de azul que, por su situación, debe tener unas vistas fantásticas de toda la costa. Tengo que subir para comprobarlo.
A los pocos minutos comienzas a ver el horizonte azul mediterráneo que se irá ampliando hasta llegar al montículo desde donde poder divisar la cala entera.
Como puedes observar, tras un poco de ejercicio físico, puedes encontrarte aguas tranquilas o aguas agitadas dependiendo de la dirección del viento. Yo prefiero ir en septiembre suele estar muy tranquilo y transparente. Y disfrutar del Mare Nostrum.
Ars viajandi 